El clarinete tiene su origen en un antiguo instrumento popular francés: el chalumeau, que era un instrumento de lengüeta simple con 7 agujeros. En el siglo XVII un clarinetista alemán llamado Johann Christoph Denner le agregó una llave para el pulgar de la mano izquierda (portavoz), que permitía producir una nueva gama de sonidos, una duodécima por encima de la nota original. Esto marca el comienzo de la evolución del instrumento hasta su estado actual, en el que hay fundamentalmente dos tipos de clarinetes según el mecanismo: El sistema Boehm usado en casi toda Europa, Asia y América y el Öhler utilizado en Alemania, Austria y algunos países de ese entorno.
Igualmente el clarinete ha participado en la revolución musical que supuso, y supone, el jazz. Desde su integración incontestable en las primeras agrupaciones jazzísticas y en las big bands hasta la existencia de grandes instrumentistas de jazz que tomaron el clarinete como vehículo de expresión.
Ejemplos de clarinetistas destacados en diferentes estilos:
Clarinete clásico:
- Sabine Meyer
- Paul Meyer
- Martin Fröst
- Karl Leister
- Alessandro Carbonare
- Phillippe Cuper
- Sharon Kam
- Walter Boeykens
- Anthony Pay
Clarinete de jazz:
Clarinete bajo:
Existe toda una familia de clarinetes según el registro: Desde sopraninos afinados en mi bemol o fa, hasta octocontrabajos afinados en si bemol. Los más utilizados son:
- el sopranino en mi bemol (también llamado requinto y pitu montañés en Cantabria),
- soprano en do, si bemol (el más utilizado) y en la,
- alto o contralto (en mi bemol),
- bajo (en si bemol) y
- contrabajo en si bemol.
Además hemos de agregar dos tipos de clarinetes muy utilizados durante el clasicismo musical (que son justamente los utilizados en la mayor parte de las obras de Mozart):
- el clarinete di bassetto (afinado en la), y
- el corno di bassetto (afinado en fa).
En los inicios, y debido a la dificultad del clarinete para interpretar en tonalidades con varias alteraciones, por su primitivo estado de evolución, era frecuente la utilización de tres clarinetes: do, si bemol y la, dependiendo de la tonalidad de la obra o movimiento. Aún hoy son habituales, fundamentalmente en el repertorio operístico y en la música contemporánea.
Casi todos estos instrumentos son transpositores. La razón más plausible es que, tras la evolución del clarinete en los siglos XIX y principios del XX, al adquirir la capacidad para tocar en todas las tonalidades, el clarinete soprano en do (hoy en desuso) era demasiado estridente, por su gran contenido de armónicos agudos, por lo que se prefirió el clarinete en si bemol (el más empleado) y en la (con una sonoridad mucho más dulce y oscura que el clarinete en si bemol). Una vez fijado el soprano de la familia, los demás miembros se establecieron en relación a éste.
mui bueno gracias
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